Desde hace unos años, los kokedamas se están haciendo un hueco en el campo de la jardinería. Y es que, su originalidad y estética, resultan atractivas en todo el mundo. Kokedama es una técnica de cultivo japonesa. Su traducción literal a español es “bola de musgo”, haciendo alusión a que no utiliza ningún contenedor artificial. En Japón, durante el siglo XVII, se consolidó esta técnica conocida como el bonsái de los pobres, en el que además de árboles y arbustos comenzaron a usarse plantas de todo tipo. En este tutorial os facilitamos los pasos para que rompáis el hielo y os animéis a hacerlo en casa. 1.- El material necesario es: Una planta de pequeño tamaño, ya sea de exterior o de interior. Puedes utilizar helechos, arbustos, plantas florales, cualquier tipo de suculenta e incluso pequeños árboles. En Navidad se puede utilizar la flor de pascua (Poinsettia). Tierra de bonsái y turba (se encuentran en cualquier vivero) Plancha de musgo (en cualquier vivero y más en navidad) Hilo de algodón. 2.- Mezcla a partes iguales la tierra para bonsáis y la turba. Mezclar y añadir agua hasta que se quede húmeda y ligeramente moldeable (no empapada). Darle forma de bola. 3.- Limpiar el exceso de tierra de nuestra planta elegida, hasta dejar las raíces limpias. Es importante hacer este paso con mimo, evitando dañar a la planta. 4.- Colocar nuestra planta en el centro de la bola y cubrir completamente de musgo. 5.- Para darle mayor consistencia, rodea con mimo la bola con el hilo de algodón. Verás que queda una bonita red a su alrededor. A Atún le gusta el color verde, igual que el musgo, pero puedes elegir el color a juego con las flores, por ejemplo. 6.- Suelen colocarse sobre una superficie plana, aunque también puedes colgarlas y tener un jardín suspendido en el aire. Para cuidarlo colócalo en el lugar más adecuado según la planta elegida, interior o exterior. Las de interior nunca bajo la luz directa del sol, ni cerca de radiadores o corrientes de aire. El riego se hace sumergiendo la bola de musgo en agua durante dos o tres minutos. Después deja que escurra el exceso de agua y colócalo nuevamente en su lugar. Es sencillo de hacer, divertido, original y eco. Justo lo que nos gusta en Jardines en Lata.